Yolanda Díaz, medalla de oro a la contradicción

El escándalo de la retirada de la Medalla al Trabajo a Félix Huarte sigue trayendo cola y enredando a los miembros del gobierno en sus propias contradicciones. Elma Saiz, la portavoz del Gobierno de Navarra, ha recordado que el gobierno cuatripartito de Barkos elaboró en 2016 un censo de personalidades franquistas (el famoso “nomenclator”) en el que no figuraban ni Huarte ni Urmeneta, que en 2014 habían sido condecorados con la Medalla de Oro de Navarra. De la elaboración de esa lista negra se encargó una comisión encabezada por la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo (Geroa Bai), en la que participaron entre otros el director de Paz y Convivencia del ejecutivo foral, además del entonces alcalde de Pamplona Joseba Asirón, representantes de la UPNA y la UNAV, la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra y Memoriaren Bideak. Resulta por tanto un poco estrambótico pretender una retirada de medallas en cadena elaborando  un listado a posteriori una vez retirada ya la medalla. Es más, modificando un listado anterior que no incluía al galardonado. Una cosa es en el franquismo y otra con el franquismo. No tiene sentido que nada que se hiciera en el franquismo, ya fuera en el campo del arte, la cultura, la ciencia o la empresa no pudiera tener un reconocimiento oficial. ¿O tienen también los suecos que quitarle el Nobel de literatura a Cela? ¿Hay que sacar de los museos los cuadros de Dalí? Negarle los méritos empresariales a Huarte es como negarle los méritos literarios a Cela, los musicales a Falla o los pictóricos a Dalí.

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Cuando en 2014 se les concedió la Medalla de Oro de Navarra a Huarte y Urmeneta, cierto es que hubo un movimiento de oposición entre los partidos de izquierda incluido el PSN, pero no menos cierto es que al acto de entrega de la medalla acudieron el entonces secretario general del PSN en Navarra, Roberto Jiménez, o Juan José Lizarbe. Tampoco faltó a aquella entrega Patxi Zabaleta, líder de Aralar.

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Para contradicciones desde luego las del PNV. Las que en las últimas décadas ha intentado tapar. Urmeneta, el co-galardonado con Huarte, fue militante del PNV, fundador de Euskalerria Irratia y académico de Euskaltzaindia, pero también coronel de un batallón de requetés en la Guerra Civil y voluntario de la División Azul en la Segunda Guerra Mundial. Urmeneta representa esa cara B del PNV (o cara A, según se mire) que ahora se quiere escamotear.

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Puede no obstante que la mejor reflexión sobre la retirada de la Medalla del Trabajo a Félix Huarte la haya llevado a cabo Patxi Mendiburu, con ocasión de la visita a Navarra de Yolanda Díaz hace unos días, durante la cual la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda declaró que “Navarra es absolutamente inspiradora” por sus “importantísimos” índices de actividad industrial, que ella es una “gran defensora de la industria“, que gracias a la importancia del sector industrial de Navara tenemos “empleos de mejor calidad” y “mejor calidad de vida”, que Navarra “le tiene que enseñar muchas cosas al resto del país” y que “Navarra es una fuente de inspiración” para su plataforma Sumar. A este respecto, Mendiburu señala acertadamente en su blog “Desolvidar” que “hay que ser muy despreciable para incluir a Félix Huarte entre los personajes con las manos manchadas de sangre y, a continuación, venir a Pamplona a alabar el nivel industrial de Navarra, cuando el mayor responsable de que la Comunidad Foral pasara de tener una economía eminentemente agraria a una industrial es, precisamente, aquel a quien acaba de retirar la medalla al Mérito en el Trabajo”. No se puede expresar mejor.

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