Crecen las violaciones pese al dinero que se dedica a la palabrería de género

Según se ha publicado recientemente, las violaciones en España han crecido un 66% en cinco años, a lo que se añade con malicia, pero no sin razón, que en ese mismo tiempo se ha multiplicado por 10 el presupuesto del Ministerio de Igualdad, pasando de 45 millones en 2016 a 459 en 2021, que serán 525 en 2022.

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Las violaciones aumentan un 66% mientras se multiplica por 10 el presupuesto de Igualdad
✒ @raqueltejero_https://t.co/nCK9EnU8pr

— El Debate (@eldebate_com) October 22, 2021

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Teniendo la mala costumbre de verificar los datos por nuestra cuenta, nos hemos ido a la web del INE a comprobar la situación. La ventaja del INE es que lo que uno encuentra son datos oficiales. El INE además es un organismo público. El gobierno no puede alegar que lo que publica el INE es falso. Sería tanto como decir que lo que dice el gobierno es falso. De hecho tiene bastante más credibilidad el INE que el gobierno, pero es que además el gobierno sería el último en poder cuestionar los datos del INE. Veamos lo que dice el INE por tanto.

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En realidad hemos limitado la consulta a los casos de condenas por violación. O sea, no a las denuncias sino a las condenas efectivas, y sólo por el concepto de violación, que vendría a ser el hecho más grave. La base de datos del INE, además, permite analizar los resultados por nacionalidad. He aquí el resultado de la consulta.

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Como puede apreciarse, hemos pasado de 27 condenas por violación en 2017 a 38 en 2020, un aumento del 40%. Pero además se aprecia que de esas 38 condenas sólo el 60% ha sido cometido por condenados de nacionalidad española. Para poner el dato en contexto, la población inmigrante, de nuevo según el INE, representa el 11,3% del conjunto de la población, sin embargo representa el 40% de las condenas por violación. Dicho de otro modo, la población inmigrante comete casi 4 vez más de violaciones que la población nacional.

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Hemos insistido tanto en el INE como fuente porque los datos son oficiales y la realidad inobjetable. Los datos, como la verdad o las matemáticas, no pueden ser fascistas o xenófobos. Los datos son los que son, nos gusten o no. Y nos guste o no hay una correlación entre violaciones e inmigración, como también la hay entre el género masculino y la violación. No podemos tomar un hecho porque nos cuadra ideológicamente y el otro no, cuestión aparte será buscarle la explicación.

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En lo que se refiere a la inmigración, salta a la vista que para reducir las violaciones más valdría dedicar menos dinero al ministerio de Irene Montero y más a controlar las fronteras, los antecedentes y los comportamientos individualizados de determinados sujetos que entran en España, muchos de ellos de manera ilegal. Nadie puede escandalizarse ni lavarse las manos ante las consecuencias de un problema cuyas causas ha decidido negar e ignorar.

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