Los partidos de extrema izquierda que nos gobiernan, incluso en las enrarecidas circunstancias que estamos atravesando, no desperdician ninguna oportunidad para abrir nuevos frentes y trincheras que sacudan y dividan a la población. En este caso tramitan en el Congreso una modificación legal que convierta en delito el intento de informar a las mujeres sobre posibles alternativas a la eliminación del niño en los alrededores de un abortorio. Ni remotamente hay en España empresa ni sector que reciba semejante apoyo a su negocio por parte de este gobierno.
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El Congreso apoya incorporar un nuevo tipo en el Código Penal para perseguir a quienes "hostiguen o coarten" a las mujeres en el ejercicio de su derecho al abortohttps://t.co/83yinclXSv
— elDiario.es (@eldiarioes) September 21, 2021
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La anécdota del debate la puso un diputado de VOX, que llamó “bruja” a la diputada socialista que estaba defendiendo la reforma del Código Penal para convertir en delito ese intento de informar a las mujeres sobre las ayudas públicas y privadas a las que pueden acceder si deciden tener al niño, ayudas y alternativas que en general desconocen por completo. El diputado de VOX fue expulsado, en notorio contraste con todos aquellos casos en los que ha sido un diputado de la izquierda el que ha insultado y mucho más gravemente a cualquier diputado de la derecha.
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Centrándonos en el fondo del debate, resulta llamativa la forma en que la izquierda, por algún tipo de razón que se nos escapa, considera una especie de fracaso ideológico y un hecho lamentable que alguien deje de practicar un aborto.
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La izquierda habla de castigar, incluso con penas de cárcel, a quienes “hostiguen o coarten la libertad de una mujer que pretenda ejercer su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”, ¿pero qué significa eso? Desde luego una cosa sería que las personas que acuden a las cercanías de un abortorio amenazaran o agredieran a las mujeres que acuden a practicar o realizar una consulta sobre un aborto. Obviamente esto ya estaría castigado por el actual Código Penal. Lo que se intenta convertir en delito, por consiguiente, es el mero hecho de ofrecer un folleto, por ejemplo, con toda la educación del mundo. O pasear con un cartel. O incluso rezar. ¿Dónde van a llegar para considerar delito cualquier cosa que no sea pensar como ellos? Si una madre le recomienda a su hija que no aborte, ¿la acabarán metiendo en la cárcel acusada de hostigamiento o intento de coacción?
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En realidad, hablando en plata, lo que pretende la izquierda es convertir en delito el salvar vidas. Esto no es una especie de metáfora, sino un hecho literal. Hay mujeres que han decidido no abortar a la puerta de un abortorio, al conocer las ayudas o las alternativas de las que podían disponer. Algunas de esas mujeres, pública y posteriormente, han dado su testimonio y han mostrado su agradecimiento a los grupos provida y a las personas con las que se encontraron. No hay miles de casos de mujeres agredidas o amenazadas ante los abortorios, y desde luego ya habría un Código Penal para eso, si sucediera. Lo que hay son miles de vidas que se han salvado frente a los abortorios. Es increíble que la izquierda quiera utilizar el Código Penal para evitar que pueda seguir sucediendo eso. ¿Tanto les molesta que se pueda llegar a salvar la vida de un niño?
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Los rescatadores de Michelle: «Fui a abortar pero un ángel me esperaba en la puerta»…https://t.co/TFoFYLaJ3P pic.twitter.com/vjKgYRN5iu
— RescatadoresJPII (@ResJuanPabloII) August 13, 2018
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Lo que la izquierda llama “progresismo” es que Paula, la hija de Michelle, estuviera muerta, y que Marta, la rescatadora, estuviera en la cárcel. Según la izquierda eso haría el mundo mucho mejor. Por cierto, la víctima de esa aborto no realizado hubiera sido una niña, como el 50% de los abortos, para que encima nos vendan el aborto como un avance de los derechos de la mujer.
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