Si en la era pospandemia decidimos seguir con nuestras vidas igual que antes (conduciendo los mismos automóviles, volando a los mismos destinos, comiendo las mismas cosas, calentando nuestra casa de la misma manera, etc.), la oportunidad que supuso la crisis de la COVID-19 en lo que respecta a las políticas climáticas se habrá echado a perder.
Klaus Schwab, Thierry Malleret. COVID-19: El Gran Reinicio.
Recientemente el Foro Económico Mundial (FEM) publicó un tweet donde felizmente se anunciaba que “Los cierres están mejorando silenciosamente las ciudades de todo el mundo”, junto a un vídeo que mostraba las calles vacías, transporte y fábricas cerradas, y los beneficios de una “ola de tranquilidad” que disminuyó el ruido ambiental, la contaminación y las emisiones de carbono.
Por suerte las reacciones no se hicieron esperar, y se vieron obligados a borrar el tweet y retractarse. Sin embargo, algo es claro, las cuarentenas también sirven para combatir el cambio climático, aún cuando son necesarias otras medidas. El FEM nos da pistas de su visión del futuro para el resto de la sociedad, claramente la humanidad todavía no está preparada para el reinicio, pero van dando pequeños mensajes para ver cómo se encuentra el panorama.
Uno de los mejores caminos para ese reinicio es continuar con los bloqueos empobreciendo y manteniendo el pánico en la población, de este modo, podrán llegar más rápido a su objetivo final, que es la creación de un sistema tecno-feudal donde a excepción de ellos, nadie tendrá propiedad ni privacidad.
El nuevo orden mundial: ser feliz comiendo basura y bebiendo pis
Permítaseme hacer un paréntesis para aquellos que no saben qué es el Foro Económico Mundial. Este foro es una Organización Internacional para la cooperación público-privada, fundada por Klaus Schwab en 1971, que reúne anualmente a la élite política, económica y cultural para dar forma a sus agendas globales. El objetivo de esta organización es el control mundial, siendo plataforma de promoción e imposición de una tecnocracia de planificación futurista, del colectivismo y de la intervención de los mercados, esto último, recibiendo el nombre de capitalismo de partes interesadas.
Volviendo al tema, para nadie es un secreto el pensamiento misántropo de los globalistas, donde el ser humano es una plaga que debe ser diezmada cuando no destruida. Como mencionó el FEM de Klaus Schwab, el mundo tomó un respiro gracias a que los humanos fueron reducidos a meros animales de granja. Los seres humanos son el problema y según ellos, siempre hay demasiados. Para estos tipos los seres humanos son apenas amebas, deben ser erradicados y son fáciles de reponer. Como respondió el abogado Francis Hoar al FEM: “No es hermoso ver todas estas ciudades silenciosas y muertas, fábricas cerradas y aviones en tierra. Tome esto como una advertencia de que si se aceptan bloqueos en *cualquier* circunstancia, se impondrán por razones ‘climáticas’ en poco tiempo”.
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