Con independencia absoluta del diagnóstico, es lógico que por mero desorden o como consecuencia malévola de sus políticas, por lo menos, uno pueda agonizar o desesperarse, sintiendo alguna necesidad de desahogarse.
Con independencia absoluta del diagnóstico, es lógico que por mero desorden o como consecuencia malévola de sus políticas, por lo menos, uno pueda agonizar o desesperarse, sintiendo alguna necesidad de desahogarse.
Y el próximo episodio, ¿es la ruptura de Sánchez con Iglesias?
El PNV pone al “dircom” de Urkullu al frente de la ETB
Las protestas violentas contra el estado de alarma, que se multiplican por muchas ciudades de España, han tomado por sorpresa al gobierno. Puesto que el