La profesora seductora de menores y las altas cargas de Iñaki Iriarte

¿Por qué la parte más visceral y radical de la izquierda detesta al diputado de Navarra Suma Iñaki Iriarte? Cualquiera que lea uno de sus artículos vislumbra claramente la respuesta. Iriarte se encuentra intelectualmente demasiado por encima de quienes le detestan como para resultar tolerable. El último ejemplo de ello es el más reciente de sus artículos, publicado en Diario de Navarra y titulado “Cuatro referentes de la ministra Montero”. A Irene Montero le gusta deslumbrar con citas de autoras que parece no haber leído. La buena noticia es que el tipo de gente que escucha ojiplática a Irene Montero citando a tal o cual autora menos aún conoce a ese autora. La mala noticia es que de vez en cuando aparece un Iñaki Iriarte que sí conoce a los autoras citadas y comienza a aportar citas notoriamente incómodas de esas mismas autores para quien, como Irene Montero en este caso, los establecía como referentes de su pensamiento.

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El berenjenal discursivo, más allá incluso de lo que indica Iriarte, no sólo se suele producir en estos casos al contemplar el conjunto de la obra de las citadas o citados, sino a su vez al considerar las afirmaciones de los citados entre sí o tal o cual cita con tal o cual afirmación contradictoria del que realiza la cita. Por ejemplo, Simone de Beauvoir es la madre de la ideología de género con su afirmación de que “no se nace mujer, se llega a serlo”, pero las mismas personas que citan esta frase de Simone de Beauvoir casi a renglón seguido, sin darse cuenta, nos pueden decir tranquilamente que los transexuales nacen, no se hacen. Tan pronto se defiende la determinación genética como a tábula rasa, según convenga. Acaso la debilidad argumental interna sea lo que explique la escasa tolerancia de los ideólogos de género con todos los que osan cuestionar su discurso, así como su obsesión por evitar el debate adulto y enfocarse directamente en el adoctrinamiento masivo de los niños en los colegios.

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El broche final del artículo de Iriarte venía además a enfrentar la igualdad nominal del ministerio de Montero con la exclusión real de los varones entre el ramillete de altos cargos de ese nuevo ministerio dirigido sólo por mujeres. Más aún, señalaba el problema de cómo denominar en la neolengua políticamente correcta a las ocupantes de esa privilegiada cúpula: ¿altos cargos, altas cargos, altas cargas? Lo de elevadas cargas parece más que justificado.

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Hablando de todas estas nuevas cargas, entre las elegidas por Montero brilla con luz propia Boti García, nueva Directora de Diversidad Sexual y LGTBI del Ministerio de Igualdad, que entrevistada hace tiempo por Pablo Iglesias en uno de sus programas de televisión (qué pequeño es el mundo) presumía de haber mantenido una relación con una alumna menor. Entre Boti García y Pablo Iglesias hacían risas de la preocupación de la madre de la menor. Es decir, lo que en el caso de una monja hubiera sido con razón un escándalo y un acto intolerable, en el caso de la nueva Directora de Diversidad resulta que es una cosa entrañable y risible. Como por otro lado el nuevo gobierno produce cada día unas 80 noticias merecedoras de ponernos a todos los pelos de punta, al final las 80 pasan más o menos desapercibidas ante la dificultad de fijar la atención mediática en más de una o de dos, como parece haber sucedido con este caso.

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Boti García, la Directora de Diversidad Sexual y LGTBI.

No solo dijo que nos merecíamos que nos agredieran en el día del Orgullo; además reconoce haber tenido una relación con una menor alumna suya.

Pablo Iglesias le ríe las gracias. pic.twitter.com/r3T8fIpbPK

— Toni Cantó (@Tonicanto1) January 18, 2020