Ayer se publicaba la lista de las personas más ricas de España, encabeza una vez más por Amancio Ortega, el cual acumula un patrimonio de 50.400 millones de euros frente a los 7.650 millones del segundo de la lista, Rafael del Pino, el dueño de Ferrovial. Evidentemente hay una gran diferencia entre el segundo español más rico y Amancio Ortega, al punto que tal vez debiéramos preguntarnos si lo que se publicó ayer es una lista de ricos o una lista de pobres, aunque parezca surrealista.
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En realidad, cuando Intermón Oxfam, Cáritas u otras muchas instituciones nos abruman con datos de que el 28% de los españoles vive en riesgo de pobreza, o que uno de cada cinco niños españoles está en situación de pobreza, raramente nos lo cuestionamos, aunque tendríamos las mismas razones para creer estas afirmaciones como para creer que 15 de los millonarios que siguen a Amancio Ortega en la lista de los 25 españoles más ricos en realidad son pobres.
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El problema radica en la metodología que se utilizar para medir la pobreza o el riesgo de pobreza, que suele considerar pobre o persona en riesgo de pobreza a todo aquel que, por ejemplo, no alcance el 60% de los ingresos medios.
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Los ricos no serían ricos
Pues bien, observando la lista nos encontramos con que el patrimonio de las 25 personas más ricas de España supera los 127 mil millones de euros, lo que representa un patrimonio medio de 5.000 millones de euros. A su vez, el 60% de ese patrimonio serían 3.000 millones de euros. Es decir, en la lista de las 25 personas más ricas de España habría que considerar en riesgo de pobreza a los 15 multimillonarios cuyo patrimonio, por no alcanzar los 3.000 millones, no alcanza el 60% del patrimonio medio.
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Por decirlo de otro modo, siguiendo la metodología de Intermón Oxfam y demás organismos similares, el 60% de los 25 más ricos de España están en riesgo de pobreza.
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Obviamente el resultado no tiene sentido porque no lo tiene la metodología aplicada. Pero aunque el resultado parezca cuadrarnos mejor cuando lo publica la prensa aplicado a la población en general y basándose en un informe de Oxfam, tiene igual de poco sentido y por las mismas razones que cuando se aplica a los ricos.
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Los pobres tampoco serían pobres
Si en vez de fijarnos en los más ricos de España nos fijáramos por contra en el salario medio de los cubanos, por ejemplo, el cual no alcanza los 30 euros mensuales (han leído bien), nos encontramos con que si todos los cubanos cobran 30 euros al mes, pero todos cobran lo mismo, entonces según la metodología de Oxfam y otros organismos en Cuba no habría pobreza, aunque todo el mundo cobrara un salario de miseria (pero igual).
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Decidan ustedes mismos pero, diga lo que diga Oxfam, hay una pequeña diferencia entre ser un no-pobre cubano que cobra 30 euros al mes, o ser un pobre millonario que no llega al 60% de lo que tienen los 25 más ricos porque sólo tiene 2.999 millones de euros.
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Continuando con Cuba, resulta que en un grupo en el que hubiera 99 cubanos y un asalariado medio español (24.000 euros), sucedería que podría decirse que el español, representando al 1%, cobra más que el 50% del grupo. Pero evidentemente la culpa no sería de que no funciona el capitalismo, como pretende Oxfam, sino de que no funciona el comunismo.
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Como todos los informes de Oxfam, este contrainforme también tiene su trampilla, aunque es una cuestión que no cambia lo fundamental. El riesgo de pobreza se suele medir en función de los ingresos y no del patrimonio, aunque en el caso de personas con patrimonios de 50 mil millones los ingresos suelen ser en gran medida una consecuencia de sus incrementos de patrimonio. Dicho lo cual, en nada afecta esto a la tesis general y al hecho de que medir la pobreza en términos relativos es absurdo.
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Listado completo los más ricos de España:
http://lab.elmundo.es/los-mas-ricos/
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