Subvencionar con el dinero de los navarros los medios euskaldunes… de fuera de Navarra

Diario de Navarra publicaba el martes una interesante carta al director, titulada “El expolio de las arcas forales” en la que se planteaba la natural extrañeza ante el hecho de que el Gobierno de Navarra esté subvenciónando, en concepto de ayudas al vascuence, a numerosas empresas de comunicación que ni siquiera son navarras.

X

Diskriminazioa

Que el gobierno subvenciones a alguien por hablar un idioma ya de por sí resulta un hecho cuestionable. Es decir, si uno escribe algo en español que se busque la vida, pero si escribe eso mismo en vascuence recibe una subvención. ¿Y eso por qué? Obviamente está muy bien que cada cual escriba en el idioma que quiera, ¿pero por qué a alguien se le da o no se le da dinero según cuál sea su elección? ¿No es esto un ataque a la libertad? ¿Cómo llamar a tener un trato distinto según se use un idioma u otro? ¿Cómo llamar a que alguien reciba un trato peor por escribir en español? Atención, que nosotros somos partidarios de que el que quiera escribir algo se busque la vida, pero todo el mundo, hable en vascuence o en español.

X

La carta, no obstante, se centraba en el aspecto económico del reparto de fondos, indicando por un lado que había ascendido a 630.000 euros en 2018, sobre los 580.000 de 2017 y los 290.000 de 2016. Es decir, los fondos dedicados a los medios en vascuence se han multiplicado por 2,17 desde el año 2016.

x

Del bolsillo de la gente de Navarra al bolsillo de gente de fuera de Navarra

El dato más llamativo, sin embargo, es que en el último reparto, de todas las empresas premiadas con una subvención, había 14 con domicilio social en Navarra, pero otras 9 tienen el domicilio social en la CAV y otra más en Francia. O sea, que primero que se está creando una subvención para financiar medios de comunicación, cuando de entrada habría que preguntarse con mucha seriedad si el gobierno tiene que dedicarse a subvencionar medios de comunicación. En segundo lugar, ya puestos a repartir, habría que preguntarse además si ese reparto se tiene que basar en premiar a los que hablan vascuence o castigar a los que hablan español. Y en tercer lugar, efectivamente, también habría que pensar si encima el ejecutivo foral está usando el dinero de todos los navarros para transferir fondos de la ciudadanía navarra a empresas de otra comunidad.

X

A todo lo anterior se podría añadir el hecho de que, casualmente, todos los medios que utilizan el vascuence suelen ser afines al nacionalismo, por lo que asimismo cabe la duda de en qué medida el gobierno subvencióna la lengua o la afinidad política.

X

Obviamente todas estas dudas e inquietudes decaerían si el gobierno, en vez de dedicarse a pagar a los medios, o bien dedicara ese dinero a las familias navarras necesitadas o bien lo dejara en el bolsillo del contribuyente mediante una reducción de impuestos. El hecho es que, habiendo en Navarra desahucios y familias necesitadas, falta dinero para ellas pero lo hay para los medios euskaldunes afines, incluso aunque no sean navarros.

X

x