El cepillado madrileño del programa electoral de Podemos

Eso de que la postura de Podemos en tal o cual tema será la que decidan las bases de Podemos está muy bien como recurso en un debate, para no contestar a una pregunta. La realidad es que la aprobación del Programa Electoral de Podemos en Navarra resultó de lo más turbulenta. No sólo eso. El programa finalmente aprobado fue remitido a Madrid para que la dirección nacional lo puliera a su criterio. El resultado es que el Programa que se puede encontrar a fecha de hoy en la web de Podemos Navarra tiene poco que ver con aquel borrador inicial.

Desaparece la Renta Básica Universal (RBU)

La Renta Básica Universal desaparece. El Programa definitivo de Podemos la envía a la papelera de reciclaje de un plumazo y la sustituye por una etérea potenciación de la ya existente Renta de Inclusión Social. “Cambiaremos, para mejorarla, la última modificación parlamentaria sobre la RIS, de modo que amplíe la cobertura a las personas en situación de exclusión y, al mismo tiempo, simplifique el proceso de tramitación”.

RBU, RIP.

Desaparece Euskal Herria

Llamaba la atención en el borrador de Podemos la presencia de este término y su uso reiterado en un sentido aparentemente equiparable al que emplea el nacionalismo vasco. En el programa definitivo ha desaparecido por completo toda alusión a Euskal Herria.

Se sigue hablando en cambio de un “proceso constituyente en Navarra” que implique “auditar y evaluar el Amejoramiento” y abrir “debate sosegado sobre la institucionalización de Navarra, como parte importante de un proceso constituyente general en el que finalmente los navarros puedan ejercer su derecho a decidir”.

En una página del programa se establece el compromiso genérico de que “Normalizaremos la recepción de canales audiovisuales de otros territorios en Navarra”, pero en otra posterior Podemos es más específico y señala su propósito de una “Recuperación del acceso a EiTB y regulación de la situación de licencia para EH Irratia”. Como todo el mundo sabe, la ETB no se acabó emitiendo en digital porque, tras firmar un convenio Navarra y la CAV, la CAV no pagó la parte que le correspondía. Podemos no aclara si esto significa que Navarra tendrá que acabar pagando la parte que se pactó que tenía que pagar la CAV y que hasta el propio PNV (el de la CAV) recnoció que ETB debería pagar.

Desaparece el “órgano común permanente”

El borrador del programa proponía “promover la constitución de un órgano que se ocupe de todas las problemáticas de interés común a Navarra y a la CAV”. En el programa definitivo cepillado, lo que se promueve es “la constitución de un órgano que se ocupe de todas las problemáticas de interés común a Navarra y las comunidades autónomas limítrofes”.

Agur, reforma fiscal

Toda la reforma fiscal que se proponía con bastante detalle en el borrador desaparece. En su lugar se anuncia que “Se llevará a cabo una reforma fiscal progresiva y redistributiva que garantice el sostenimiento de nuestros servicios públicos a través de un sistema más justo y equitativo. Mantendremos una lucha eficiente contra el fraude y la evasión fiscal. Se eliminará la desgravación a los planes de pensiones privados”. Es decir, se anuncia una reforma fiscal pero ahora se ahorran todos los detalles, que antes suponían subidas generalizadas del IRPF para las asfixiadas clases medias, eliminación de todo tipo de deducciones y subida al 30% del Impuesto de Sociedades, lo que dejaría a Navarra con el impuesto menos atractivo de España para cualquier empresa.

Aviso a navegantes. Si gana Podemos, el programa definitivo sí anuncia que “se eliminará la desgravación a los planes de pensiones privados”.

Desaparece zumalacarregui

El borrador iniciaba sus reflexiones sobre la violencia y el terrorismo afirmando que “No podemos entender ETA sin Zumalacárregui”. Pues parece que sí podemos, porque Zumalacárregui ha desaparecido.

Podemos propone para los etarras “la finalización de las medidas penales y penitenciarias de excepción”, así como facilitar “la reflexión individual y colectiva de los integrantes de ETA sobre el ejercicio de la violencia y el daño causado”. Vamos, más o menos como lo de mandar a los niños al rincón de pensar cuando se portan mal.

Por otro lado, el programa dice que “Promoveremos o apoyaremos las iniciativas que exijan la anulación de la Ley de Amnistía, del 15 de octubre de 1977. Asumiremos esta anulación como un principio democrático básico”.

Alguien podría pensar que con esta medida Podemos pretende meter en la cárcel a más etarras, ya que esta amnistía benefició particularmente a muchos etarras de la época que aún siguen vivos, pero aunque la medida podría tener este efecto rebote, se propone en torno a las medidas relacionadas con la Guerra Civil, el franquismo y la memoria histórica.

Es curioso que Podemos parezca mucho más interesado en perseguir los crímenes del franquismo que los mucho más recientes de ETA, o que realice en la práctica una especie de igualación de violencias en relación con ETA cuando por otro lado no realiza en absoluto una igualación de la violencia franquista con la violencia republicana y frentepopulista, que ni menciona. Tampoco se ve por ninguna parte un reconocimiento de “todas las víctimas” o “todas las violencias” cuando no hablamos de ETA.

Dice el programa que “Exigiremos e impulsaremos todas las iniciativas que promuevan la consideración de los crímenes del franquismo como crímenes de la humanidad y genocidio”. ¿Y por qué los crímenes de los republicanos no habrían de ser considerados iguales? ¿Y por qué no revisar también la legalización del Partido Comunista o empezar a pedir la extradición de los miembros de las Brigadas Internacionales que vinieron a nuestra tierra a matar españoles? ¿Y por qué no promover la persecución penal internacional de todos los ex cargos comunistas de la Europa del Este? Quizá es que Podemos tenga varas de medir distintas según su afinidad ideológica a los regímenes genocidas.

En cualquier caso es bastante increíble que el programa electoral de un partido en 2015 dedique dos páginas y media a la Guerra Civil de 1936.

Vascuence

Podemos apuesta claramente por el bilingüismo a todos los niveles, pero evitando hablar de una obligatoriedad del vascuence, lo cual parece un poco contradictorio: “Toda la ciudadanía tiene derecho a escolarizar a sus hijos e hijas en la lengua de su elección. Debemos aspirar a que el alumnado conozca ambas lenguas sobre la base del diálogo y consenso. El bilingüismo es además el mejor punto de partida para la deseable adquisición de terceras lenguas internacionales, como el inglés o el francés”. O “La apuesta por el vasco es una apuesta de apertura y de futuro. Apertura al plurilingüismo, condición natural de la persona a lo largo de la historia, frente a los monolingüismos empobrecedores”. Sin duda aprender un idioma es enriquecedor, especialmente si te sirve para hablar con personas con las que no puedes hablar en el idioma que ya sabes.

El borrador hablaba de “una política lingüística propia y compartida con otros territorios que comparten nuestra lengua”. La política lingüística de esos territorios es la “inmersión lingüística”. En el programa definitivo desaparece esta alusión.

El programa habla sin concretar demasiado del “Fomento del uso del euskera en la Administración” y que “Los órganos encargados de la gestión de lo público no pueden ignorar a la población, sea el castellano o el vasco el idioma que hablen. Todo ciudadano debe tener garantizado el derecho a comunicarse a todos los niveles con su Administración en ambos idiomas”. Podemos obviamente se sitúa frontalmente  en contra de la La Ley del Vascuence y la zonificación.

Los problemas de Podemos con los números

A semejanza de los programas electorales de la casta, el de Podemos ha quedado reducido a una serie de buenos propósitos de hacer, aumentar, crear, gastar y ampliar todo sin concretar de dónde saldrá el dinero. A este respecto Podemos sigue teniendo algunos problemas severos con los números y, quizá consciente de ello, parece evitarlos a toda costa. Y quizá mejor. Porque entre los pocos números que incluye su programa se encuentran el de que los Presupuestos Generales de Navarra para el año 2015 prevén un gasto total de 3.797 millones de euros y .que las personas que emplea la Administración “rondan los 23.000 millones”. Semejante cantidad no ha debido llamar la atención en Pamplona ni en Madrid. Vale que eso es lo que ellos quisieran, pero los empleados de la Administración foral de momento sólo rondan los 23.000, aunque todo se andará.

https://navarra.podemos.info/wp-content/uploads/sites/9/2015/05/podemos_programa_navarra_web.pdf