Podemos ya tiene todos los ingredientes para ser un partido corrupto

En las últimas semanas hemos asistido a una profliferación importante de corruptelas o irregularidades protagonizadas por los flamantes líderes de Podemos.

En cuanto han tenido la capacidad para decidir entre el bien y el mal, incluso en la pequeña escala de sus posibilidades, se ha demostrado que los líderes de Podemos eran humanos.

Increíble pero cierto.

Por otra parte, al ser pillados y criticados como cualquier otro, los líderes de Podemos han reaccionado como cualquier otro.

Es decir negando los hechos, o minimizándolos, atacando al mensajero, cubriéndose entre ellos y poniendo en marcha el ventilador.

La alternativa a la casta no es al fin y al cabo tan alternativa.

Pero quizá lo más llamativo es la reacción de los simpatizantes de Podemos.

Ellos también han reaccionando negando los hechos, o minimizándolos, atacando al mensajero y poniendo en marcha el ventilador.

En definitiva: los simpatizantes de Podemos han suspendido su capacidad de juicio crítico y exigencia respecto al partido con el que simpatizan.

Lo mismo que en general los simpatizantes del resto de partidos.

Incluso más aún.

El problema es que el 90% de la raíz de la corrupción se encuentra precisamente en la falta de exigencia de los votantes hacia el partido al que votan.

¿Por qué iban a ser los simpatizantes de los demás partidos más exigentes con ellos de lo que uno lo es con el suyo?

¿Por qué iban a preocuparse los partidos de la corrupción si tienen la lealtad de sus votantes asegurada?

Decíamos que Podemos ya tiene todos los ingredientes para ser un partido corrupto y este es el principal: la falta de autocrítica de sus propios seguidores.

Alguna vez hemos dicho que a los partidos les interesa la crispación y la división de los ciudadanos. Cuanto más odia uno a los otros, más perdona a los propios para que no vengan los otros, más incondicional es su voto. Esto vale para todos y para Podemos, por lo visto, también.

Por lo demás, una vez aclarado que los líderes de Podemos también son humanos y no tienen un gen diferencial que presuntamente les impida cobrar dinero público por trabajos que no hacen o pagar en negro, sucede además que el recetario de Podemos para organizar la sociedad va en el camino opuesto a regenerar el sistema y acabar con la corrupción.

Desde nuestro punto de vista, para que haya menos corrupción hay que hacer todo lo contrario a lo que dice Podemos. Que, por cierto, no es muy distinto a los que en realidad han venido haciendo el resto de los partidos.

El camino que propugna Podemos es dar cada vez más poder a los políticos, hacer un estado cada vez mayor, que el estado regule e intervenga cada vez más, que cada vez haya menos dinero en el bolsillo de los ciudadanos y más en el de los políticos, que para que un ciudadano pueda hacer cualquier cosa antes necesite una autorización que pase por un funcionario del gobierno. Y por supuesto, que todos los medios de comunicación se encuentren bajo el control del gobierno.

¿Realmente creen ustedes que en esa dirección hay menos o más corrupción?

Más aún: ¿en esa dirección hay más o menos libertad?

El camino realmente alternativo es un estado moderado pero sostenible y eficiente, en vez de un estado elefantíásico, quebrado e insostenible. Un estado sólo para lo esencial. Mas sociedad y menos estado. No tanto otro gobierno como menos gobierno.

¿Más sistema y más gobierno pero cambiando sólo a Mariano por Pedro, por Juan… o por Pablo? ¿ Y en Navarra igual por Adolfo?

Pues menudo cambio.