Las perlas filosóficas de Patxi Zabaleta

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Patxi Zabaleta, el hombre que en 2007 estaba llamado a coliderar el cambio en Navarra de la mano de Fernando Puras al frente de una Nabai claramente desligada de la violencia, vuelve a quitarse el velo como suele hacer periódicamente. Todo el fin se semana han sido noticia (en la medida en que puede ser noticia algo que no sea Miguel Sanz, el ébola o la Pantoja) las declaraciones de Zabaleta asegurando que “mientras existan presos políticos por habérseles acusado y condenado, aunque sea falsamente, por miembros de ETA, ETA tiene que seguir existiendo”. Y que “considero que es más positivo que exista que no que no exista”. Eso sí, “ETA tiene que convertirse en una entidad civil” para actuar “como un agente social y político más”. A juicio de Zabaleta, ETA “Ha abandonado las armas por una argumentación estrictamente política y unilateralmente y, por lo tanto, su subsistencia como entidad no es algo que vaya contra la paz, sino a favor de la paz”.

Leyendo todo lo anterior, alguien podría pensar que Zabaleta ve la realidad justo al contrario de como es.

No es que ETA tenga que existir mientras existan presos de ETA, sino que mientras siga existiendo ETA es imposible que no siga habiendo presos de ETA.

Que ETA anunciara su disolución tampoco significa que al día siguiente dejara de haber presos de ETA.

¿Cuál es el planteamiento de Zabaleta? ¿Pretende que si una banda que se dedica a robar bancos anuncia su disolución al ser capturada hay que ponerla en libertad? ¿Espera que personas que han cometido crímenes y aún no han sido detenidas o juzgadas no cumplan ni un día de condena porque se disuelva la banda?

¿Y quién dice realmente que ETA no vaya a volver a atentar si no se ha disuelto?

No disolverse no es el mejor síntoma de que no se quiere volver a atentar. ¿Quién sabe si no hay algún loco que espera a ver si no se celebra el referendum catalán para retomar la violencia, alegando que la vía democrática es imposible en España?

Zabaleta quiere borrar hasta el último icono del franquismo 40 años después de finiquitado el franquismo de forma unilateral y por una argumentación estrictamente política, pero pretende convertir a la ETA en un agente político y social más, como una especie de ONG del terror. ¿Qué sentido tendría ETA sin violencia? ¿Hay acaso alguna idea que nadie excepto ETA defienda? ¿O lo único que diferencia a ETA es precisamente la utilización de la violencia?

Se equivoca también Zabaleta al llamar “presos políticos” a los etarras encarcelados y ofende con ello a sus víctimas. Alguien que pega un tiro en la nuca a quien le discute las ideas no es un preso político. Un político preso tampoco es un preso político. Alguien que entra a hacer política no a través de cualquier otra organización, sino a través de una organización que por un lado hace política, pero que por otro liquida a quien se la discute, sabe dónde se mete y que esa elección puede tener consecuencias.

Finalmente, olvida también Zabaleta que ETA no ha decidido parar en la cumbre de su capacidad operativa, sino en un momento en que sus miembros eran detenidos de forma sistemática, cuando apenas le quedaba capacidad para organizar atentados y, sobre todo, cuando su persistencia en la violencia sabía que le suponía la ilegalización de su brazo político. La ilegalización del brazo político de ETA, la imposibilidad de luchar en “los dos frentes” y poner a la banda en la tesitura de tener que elegir uno u otro ha sido clave en su derrota. Y por cierto, en llevar a ETA a ese punto a través de la ilegaliación (totalmente avalada por los tribunales europeos) la sociedad no le debe nada a Zabaleta, ni al conjunto del nacionalismo.