Bildu y Nabai apoyan la existencia del Defensor del Pueblo, para luego no hacerle ni caso

La Mancomunidad de Sakana la integran los ayuntamientos de Ciordia, Olazagutía, Alsasua, Urdiáin, Iturmendi, Bacaicoa, Echarri-Aranaz, Arbizu, Lacunza, Ergoyena, Arruazu, Huarte Araquil, Irañeta, Araquil e Irurzun. Es decir, localidades en las que las fuerzas políticas mayoritarias, básicamente, son Nafarroa Bai y Bildu.

Hace tres meses, la localidad de Olazagutía saltaba a las portadas de los medios forales y nacionales ante el caso de dos niñas a las que la Mancomunidad de la Sakana había segregado de un plan de ocio por no cursar sus estudios en el modelo D.

Utilizamos la devaluada palabra “segregar” porque esta vez sí que se puede usar en su sentido propio: separar y marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos sociales, políticos o culturales.

La Mancomunidad de La Sakana segrega a las niñas de Olazagutía no dejándolas participar en un plan de tiempo libre en el que Bildu y Nabai han decidido que sólo puedan participar en exclusiva los niños del modelo D.

La justificación oficial es que el plan de tiempo libre tiene como propósito el fomento del euskera y las dos niñas podrían poner en riesgo el uso exclusivo del euskera al no cursar estudios en el modelo D.

La falta de lógica del argumento cae por su peso pues es difícil fomentar y prohibir al mismo tiempo la participación en actividades en euskera. Mucho más considerando que, como los padres alegan, las niñas estudian en el modelo B (vascuence salvo las asignaturas de matemáticas y lengua española) y utilizan con fluidez el euskera.

Los niños que no estudian en el modelo D no son impuros

Alguien podría pensar que la mejor defensa del modelo D es un buen ataque al modelo B, no sea que se demuestre que el modelo D no tiene el monopolio del conocimiento del euskera. O tal vez que allí donde gobiernan los nacionalistas los padres deben entender que sus hijos serán marginados y segregados de las actividades comunitarias si no matriculan a sus hijos en el modelo D.

Apoyar la figura del Defensor del Pueblo de Navarra para después ignorarla

En toda esta historia de segregación, los padres de las niñas acudieron a buscar ayuda al Defensor del Pueblo de Navarra. El Defensor apoyó a los padres, emitió una resolución llena de sugerencias interesantes y estableció un plazo hasta el 5 de enero para que la Mancomunidad de la Sakana pusiera fin a la exclusión de las niñas. A fecha de hoy las dos niñas siguen siendo segregadas.

El olímpico desprecio de la Mancomunidad de la Sakana al dictamen del Defensor del Pueblo de Navarra resulta especialmente paradójico, porque cuando hace poco más de dos años el PPN propuso la eliminación de esta figura por innecesaria y redundante, Nafarroa Bai y Bildu se mostraron firmísimos partidarios del Defensor del Pueblo. Para luego no hacerle ni caso cuando no les interesa, claro.

Con todo ello se demuestra que ni los que apoyan esta figura quieren necesariamente defender los derechos de los ciudadanos, ni quienes pretenden suprimirla quieren atacarlos. También se prueba que para resolver situaciones como la que se ha planteado en Olazagutía existen medios más eficaces que el Defensor del Pueblo y sus resoluciones no vinculantes. No es sólo que ya exista un Defensor del Pueblo a escala nacional, es que, para denunciar estas situaciones, son más eficaces los medios de comunicación; para resolverlas a falta de buena voluntad, debería ser más que suficiente la Justicia. Y si no lo es, de nada servirá tampoco el Defensor. Una institución intermedia redundante y no vinculante es una mera burocracia más con un coste anual de casi 800.000 euros. En realidad, un ardid de los políticos para hacerse los respetuosos de los derechos de los ciudadanos presentando a la opinión pública una figura que no deben temer, que no tiene poder y que nombran ellos mismos. Y que quienes más la apoyan son quienes, a la hora de la verdad, más miserablemente la ignoran.

Esperemos ahora que la denuncia pública del caso consiga lo que el Defensor del Pueblo no ha logrado.