¿Vuelven a contar otra vez los principios?

O sea, que no era cosa de cuatro beatas. Algo está pasando en el centro-derecha que están últimamente como muy sensibles y más -me da esa sensación- cuando se dirigen al electorado navarro. Mayor Oreja no deja de hablar de "crisis económica y moral" y nos acaba de decir a los navarros que "el PP se dirige a personas con principios y valores" y que confía que los navarros "sean lo que han sido siempre: la vanguardia de la otra forma de estar en política".
Valores, crisis moral, principios, humanismo cristiano, convicciones, navarros, siempre, vanguardia… Hasta ahora todo era bienestar, progreso, desarrollo, consenso, tolerancia, moderación, futuro y semanas gastronómicas… ¿Qué está pasando aquí?
El eurocandidato Pablo Zalba, como han podido Vds. leer en nuestra entrevista de anteayer se moja, y mucho, casi casi hasta salirse de la disciplina del PP, afirmando que concibe "la vida desde la fecundación hasta la muerte natural" y que "ésta debe ser protegida sin paliativos". Además, por el mismo precio, defiende la objeción de conciencia contra la EpC y contra la legislación pro-muerte; ve con buenos ojos el cheque escolar; y defiende políticas antiestatalistas de austeridad y de reducción de impuestos.
Por su parte la decisión oficial de UPN de recomendar a sus simpatizantes que apoyen "todo proyecto que trabaje por la igualdad de oportunidades, salvaguarde sin matices el derecho a la vida, que garantice la libertad, que promueva la libertad de expresión e información, que respete la libertad ideológica y que favorezca el ejercicio de la libertad en la educación" parece ir en la misma línea de apuesta por los principios más elementales.
Tal vez sea que, efectivamente, vamos cayendo en la cuenta de que no toda la crisis era económica. Tal vez sea que los aguijonazos progres de ZP están despertando muchas conciencias dormidas. Tal vez sea que las movilizaciones más "políticas" de la sociedad navarra (Navarra Educa en Libertad, Coordinadora por la Vida, etc.) están dando algún fruto. Tal vez sea que la flojera de principios que sufren la izquierda, el nacionalismo y el sindicalismo hace que resplandezcan los valores más tradicionales. Tal vez sea todo a la vez. En cualquier caso bienvenidos sean todos estos buenos propósitos. Aquí estaremos para contarles si se van correspondiendo con los hechos.
Jerónimo Erro

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