La mala relación entre UPN y PPN podría no afectar los resultados del centro derecha.

PPN: Ni afiliados, ni lider, ni estrategia. Todavía.

Seguramente es comprensible que así sea, después de la traumática ruptura de octubre del año pasado tras 17 años integrado en UPN. Sin embargo, a fecha de hoy el PPN apenas ha incrementado los 200 afiliados que en aquel momento se dieron de alta en el partido, sigue sin tener un líder, se retrasa su congreso y ni siquiera tiene clara una estrategia. Según nuestras fuentes, existe de hecho una fuerte discrepancia a este respecto dentro del partido.

Mientras que un sector espera la sucesión de Sanz para buscar el acercamiento a Yolanda Barcina, otra parte aboga por el enfrentamiento directo en las urnas y la disputa sin cuartel por el espacio electoral del centro-derecha navarro. Aunque ideológicamente UPN es el partido más próximo, por ello mismo este sector del PPN lo considera su más directo rival y, electoralmente hablando, el enemigo a batir. El espacio que podría encontrar el PPN sería el que dejara a la derecha UPN al arrimarse al PSN. El movimiento hacia la izquierda de UPN libera espacio a la derecha y lo estrecha por el contrario en el centro, en el tradicional caladero del CDN. No en vano la ruptura con el PP, en la mente de algunos estrategas de UPN, favorecía la reintegración de UPN y CDN.

Lo que sí parece es que al conjunto del voto de centro-derecha podría resultarle irrelevante a efectos electorales, como vamos a ver, la ruptura entre el PP y UPN. Mucho más preocupante es la situación de CDN. Más que a la Ley D´Hondt, el centro derecha navarro debe temer al mínimo legal del 3% exigido para poder tener representación en el Parlamento de Navarra.

La ruptura extrapolada a los resultados del 2007.

La siguiente tabla muestra cuáles hubieran sido los resultados de las elecciones forales del 2007 si UPN y PPN se hubieran presentado por separado. Hemos realizado la distribución de escaños en función de la encuesta de intención de voto elaborada por CIES para Diario de Navarra en noviembre pasado. Como pueden ver, la suma en escaños del centro-derecha hubiera sido exactamente la misma que la que se produjo concurriendo juntos.

Donde realmente se encuentra el peligro es en el umbral del 3% que la ley establece para que cualquier partido pueda alcanzar representación parlamentaria. A estos efectos, las buenas o malas relaciones entre el PPN y UPN resultan irrelevantes. El auténtico peligro de fragmentar el voto del centro-derecha es que el CDN o el PPN no tuvieran la fuerza necesaria para superar ese 3%. En tal caso hasta un 6% del voto total, destinado al centro-derecha, podría quedar sin representación parlamentaria. Completamos el análisis recordando que según la encuesta de intención de voto de CIES, única realizada en Navarra tras las últimas elecciones, la intención de voto en porcentaje del PPN sería del 9,5%, mientras que la del CDN sería del 3,1%.

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