Naturalmente este cambio tiene un coste. Primero como imagen de marca, y luego por tener que cambiar cartelería, rotulación, impresos, publicidad, etc.
Al parecer, en este caso podría existir una razón de fondo para el cambio. Resulta que el logo de las flechas es virtualmente idéntico al de una empresa norteamericana de software llamada “California Software”, actualmente rebautizada como “Infinite Software”. A continuación, puede compararse el logo de aquella con el adoptado por la CAN.
Este descuido o fatal coincidencia, según se comenta, podría estar en el origen de todo el vaivén de logos. Por suerte, el nuevo logo sí que ya no se parece a ningún otro. Podemos estar tranquilos. Porque no se parece a ningún otro, ¿no?