César Arraiza Cañedo-Argüelles

DIARIO DE NAVARRA Y EL ARTICULO 11 DE SUS ESTATUTOS SOCIALES El origen de la publicación de Diario de Navarra se remonta a la fundación el 3 de enero de 1903 de la sociedad La Información S.A. por un grupo reducido de navarros hartos de leer periódicos defensores de partidos políticos, con el único objeto social de publicar un periódico independiente, principalmente instructivo, defensor de los intereses generales de Navarra. En la escritura fundacional tuvieron la genialidad de incluir, además del ideario, unos estatutos sociales muy especiales porque incluían cláusulas restrictivas sobre el número de votos que cada accionista podía ejercer y sobre la venta a terceros de acciones para que nadie pudiera hacerse con el control de la sociedad y como consecuencia de ello, del periódico. De esta forma podía Diario de Navarra continuar su andadura a través de los tiempos. Fué además una forma inteligente de comprometer a Diario de Navarra con la defensa de Navarra. Al día siguiente de la fundación se invitó a participar en la suscripción de las acciones a un numeroso grupo de personas con lo que Diario de Navarra fue independiente desde el primer número hasta de sus propios fundadores. El artículo más relevante de esos estatutos así concebidos es el número 11 de los estatautos vigentes que al limitar la venta de acciones es la piedra angular de todo el proyecto. La cosa es que Diario de Navarra se convirtió a los pocos años de existencia en líder de la prensa local, condición que mantiene hasta nuestros días. Su nacimiento supuso una gran innovación al ser el primer periódico de empresa de la región y su gestión fué ampliamente respaldada con independencia de ningún grupo de interés. La sociedad fue creciendo a lo largo de los años, muy especialmente en el período 1983 a 1997 en el que duplicó la venta de periódicos en la calle y el número de lectores. La unidad accionarial fué total, aprovándose la práctica totalidad de los puntos incluídos en el orden del día de cuantas juntas generales se celebraron hasta 1997; hasta que aparecieron otros accionistas en el consejo con otras intenciones y cuyos actos han recogido los medios de comunicación. Así, el 14 de junio de 2000 el consejo de administración propuso a la junta general la modificación del artículo 11 para “regular la venta de las acciones en bloque” a terceros lo que fue rechazado por los accionistas por las incógnitas de futuro que abrían a Diario de Navarra. A los pocos meses de producirse ese hecho el presidente dimitió sin dar explicaciones y su sucesor en el cargo protagonizó uno de los acontecimientos más rechazables en la historia de la sociedad, ya que en la junta general del 30 de junio de 2003 impidió que se nombrara consejero a un accionista, en representación de una agrupación, legalmente constituida, formda por accionistas, todos defensores del artículo 11 y que agrupaban el 21% de capital. El árbitro nombrado por el juez declaró nula la decisión del presidente y la Audiencia Provincial de Navarra desestimó el recurso presentado por el consejo de administración. En ausencia de éste accionista, al que se le habían impedido los derechos de representación con una decisión del árbitro nula, el consejo así constituído, distribuyó, en mayo de 2004 unas propuestas de modificación de estatutos siendo la más relevante la del artículo 11 que fue presentada el 14 de diciembre de 2004 a una junta general extraordinaria convocada al efecto. La propuesta, que creaba las mismas inseguridades que la anterior fue rechazada por los accionistas. ¿Pero quién nos asegura que no se van a repetir nuevos intentos de modificar el artículo 11 si todos los actuales consejeros están involucrados en una de las dos propuestas de modificación antes citadas y todos, menos uno, están involucrados en el consejo que recurrió la sentencia del árbitro que declaró nula la decisión del presidente.? ¿Por qué no se permite a los accionistas que ostensiblemente defienden el artículo 11 de los estatutos, como lo defendieron los fundadores y todos los accionistas durante casi 100 años, participar en el consejo?. César Arraiza Cañedo-Argüelles

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